Siempre imaginaste tu vida marcada por la edad:
la edad de aprender a vivir,
la edad de vivir para producir,
la edad de disfrutar de lo hecho y vivido.
Hasta este momento en que entiendo:
que la edad de aprender no termina,
que la edad de producir no se acaba,
que la edad de gozar lo vivido es eterna.
Este año puede ser el definitivo.
El de aprender realmente a vivir,
El de practicar lo fundamental que aprendí,
El de disfrutar realmente lo vivido,
Vivir tendiendo la mano a quien necesita ayuda.
Vivir levantando el ánimo de quien perdió la esperanza.
Vivir abriendo puertas entre los corazones con quien
convivo.
Para ayudarnos a construir el futuro,
aunque sea sobre las mismas ruinas del presente;
sin perder la fe
tanto en Dios como en los hombres
que se me han unido en este camino para siempre.
José Luis Bermúdez Enero
de 2015